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Colombia y Panamá acuerdan avanzar hacia la interconexión eléctrica: el gran proyecto de 800 millones de dólares suspendido desde 2012

Petro destacó la posibilidad de exportar energía limpia a América del Norte mediante interconexión eléctrica y mencionó que la energía limpia podría contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Según un comunicado de la autoridad energética de Panamá, el plan conjunto con Colombia incluye una línea de 500 kilómetros. Foto: Composición LR.
Según un comunicado de la autoridad energética de Panamá, el plan conjunto con Colombia incluye una línea de 500 kilómetros. Foto: Composición LR.

"Entre Panamá y Colombia puede estar parte de la solución a la crisis climática", aseguró el presidente de Colombia Gustavo Petro. Y es que ambas naciones reactivaron oficialmente el ambicioso proyecto de interconexión eléctrica que une a ambas naciones, tras mantenerse en pausa desde 2012. Con una inversión estimada en 800 millones de dólares, el acuerdo busca impulsar la integración energética y promover el desarrollo sostenible entre 2 economías vecinas.

Petro y su homólogo panameño, José Raúl Mulino, anunciaron este viernes 28 de marzo el relanzamiento del proyecto durante una cumbre bilateral en Ciudad de Panamá. Según los mandatarios, la línea de transmisión de 500 kilómetros podría convertirse en una herramienta estratégica para enfrentar los efectos de la crisis climática y asegurar la estabilidad energética regional.

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¿Qué motivó la reactivación del proyecto de interconexión eléctrica?

La voluntad política de ambos gobiernos fue determinante para retomar un proyecto que había quedado estancado por obstáculos ambientales, sociales y técnicos. Gustavo Petro subrayó que el acceso a fuentes limpias de energía permitirá reducir la dependencia de combustibles fósiles. Por su parte, José Raúl Mulino destacó la importancia de la cooperación energética con Colombia como un paso hacia una “infraestructura resiliente y moderna que beneficie a ambas poblaciones”.

 Diagrama de la infraestructura que conectará las redes eléctricas de Colombia y Panamá. Foto: Cámara Colombiana de la Energía.

Diagrama de la infraestructura que conectará las redes eléctricas de Colombia y Panamá. Foto: Cámara Colombiana de la Energía.

El relanzamiento fue acompañado por un nuevo estudio de impacto ambiental y social, que actualizará las condiciones del trazado para evitar conflictos con comunidades indígenas y ecosistemas sensibles. Ambos gobiernos coincidieron en que el proyecto debe avanzar con respeto a los derechos humanos y a la naturaleza.

¿Qué beneficios traerá esta interconexión entre Colombia y Panamá?

La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá permitirá el intercambio bidireccional de energía, lo que facilitará la exportación de excedentes energéticos, especialmente provenientes de fuentes hidroeléctricas colombianas. Este flujo contribuirá a estabilizar la oferta en momentos de alta demanda o de escasez.

Según datos de Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), la obra contempla una línea de transmisión en corriente continua que se extenderá desde la subestación Cerromatoso, en el norte de Colombia, hasta la subestación Panamá II. Esta conexión generará sinergias regionales y permitirá mejorar la competitividad del mercado eléctrico centroamericano.

Además, los expertos señalan que el proyecto fortalecerá la transición energética en América Latina, al permitir el flujo de electricidad generada con bajos niveles de emisiones de carbono. “No es solo una obra de infraestructura, es una apuesta por un modelo de desarrollo más limpio y cooperativo”, expresó la ministra de Minas y Energía de Colombia, Irene Vélez.

Las trabas del proyecto de interconexión eléctrica

Aunque los presidentes reafirmaron su compromiso con el avance de la interconexión, varios retos técnicos y sociales podrían dificultar su implementación. Entre ellos se destacan los altos costos de construcción, la obtención de licencias ambientales y la oposición de comunidades locales.

Organizaciones indígenas y ecologistas han advertido sobre los riesgos que implicaría el paso de la línea por territorios protegidos. En ese sentido, Petro subrayó que “la obra no se ejecutará sobre la base de imposiciones, sino de consensos”. Para lograrlo, se anunció la creación de mesas de diálogo con las comunidades directamente involucradas.