Un antiguo cartel de hierro forjado anclado en forma de bandera en el número 15 de la calle Avinyó es uno de los elementos singulares del edificio en forma de chaflán en la esquina con Baixada de Sant Miquel. El inmueble fue proyectado en 1902 y se atribuye al arquitecto municipal de la época, Pere Falqués. Construido para ser la sede del diario El Diluvio, acabó siendo la sede de la Compañía Peninsular de Teléfonos, uno de los embriones de lo que más tarde sería Telefónica.
El histórico cartel enmarca desde el año 2004 las siglas CGLU, correspondientes a la organización mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, y su equivalente en inglés UCLG (United Cities and Local Governements).

La finca de la calle Avinyó,15, ha tendio diversos usos a lo largo de su historia
Esta asociación fue la resultante de la fusión de las dos organizaciones mayoritarias que hasta entonces agrupaban a ciudades y regiones del mundo. Barcelona optó a ser sede y ganó. Desde entonces, CGLU, una especie de ONU de las ciudades, tiene su sede central en este edificio, junto con otras entidades municipalistas de ámbito internacional.
CGLU ocupa una parte del inmueble, que actualmente comparte con un supermercado y un hostal. El edificio fue un encargo de Josep Laribal, editor y director del periódico El Diluvio, que se publicó en Barcelona desde 1879 hasta 1939. Laribal quería agrupar en una sola sede la redacción, la rotativa y los servicios administrativos del diario. La muerte del editor frustró la operación, y el edificio acabó albergando la primera central telefónica en la capital catalana, que, a través de diversas fusiones, se convirtió en lo que hoy es Telefónica.

Esta singular pieza se conserva en el edificio de la calle Avinyó, en el barrio Gòtic
Más tarde, el edificio albergó servicios municipales de hacienda, y, de hecho, el cartel de hierro forjado lo señaló durante años, incluso en los muchos que permaneció abandonado y cerrado. Fue restaurado para albergar la sede de la organización mundial de ciudades, y durante las obras se descubrieron los restos de una impresionante domus romana que pueden visitarse con cita previa en el subsuelo del inmueble.