Crece la incidencia de COVID-19 en Canarias con la vacunación estancada y a las puertas de la llegada de la gripe

El coronavirus sigue ahí, aunque no lo parezca. Ya lo aseguró este martes el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García, al afirmar que “el virus sigue entre nosotros”. La incidencia en Canarias desde finales de verano es baja y, desde entonces, se puede decir que el Archipiélago presume de un ambiente de normalidad casi como el de antes de la pandemia, aunque, eso sí, con mascarilla. Como se ha visto en las olas anteriores, la mejora de los datos implica el alivio de las restricciones y eso hace, a su vez, que la población se relaje, algo que por otro lado es humanamente entendible.
Esta cadena de circunstancias siempre suele desembocar en un final común: el aumento de los contagios. Hay que decir que las cifras epidemiológicas que anotan las Islas, todas en el nivel más bajo de alerta sanitaria, siguen siendo bastante favorables, pero también es conveniente indicar que se está viendo un ligero repunte en los últimos días. A mediados de octubre la incidencia acumulada (IA) a 7 días era de 15,4 casos/100.000 personas. Actualmente, el dato de ese mismo indicador registra diez puntos más y se sitúa, por tanto, en riesgo medio. La IA a 14 sigue estando en riesgo bajo, igual que las incidencias en mayores de 65 años.