Cultura

Cristina Rivera Garza: “No he dejado de ser punk”

La escritora charló con MILENIO sobre la manera en que rompió el silencio y puso todo en contexto

Cristina Rivera Garza (Tamaulipas, 1964) es punk, nunca ha dejado de serlo, de hecho, la escritora sonríe ante el término y dice entre risas: “El headline debe ser investigadora punk”.

En exclusiva para MILENIO, la autora y premio Pulitzer 2024, habla de su exitoso año, su lucha por la justicia, el feminismo y sobre la reedición de su libro: Nadie me verá llorar, que cumple 25 años.

¿Eras muy punk?

Yo estudié en la UNAM. No hay manera de no estar en un contacto muy cercano, vital y muy gozoso también con una crítica radical a nuestro medio. ¿Era rebelde? Sigo siendo. La escritura para mí es eso. Cuando hablo del espíritu crítico estoy hablando precisamente de esa mirada, de esa actitud de que todo entra en cuestión y de entender a un nivel muy orgánico lo que oímos decir a tantas chicas en la calle. La rabia que te hace decir: “hay que quemarlo todo”. Yo creo que hay muchas razones que justifican y que vuelven legítimo un llamado así.

Vienes del norte, eres migrante y mujer. ¿Cómo influyó eso?

Yo no crecí con una gran biblioteca en mi casa, ni nada por el estilo. Es decir, había muchas cosas que de manera orgánica me pusieron en oposición a una sociedad que evidentemente no privilegia ese tipo de condiciones. Para poder ser la escritora en la que me he convertido en estos años, tenía que poner todo en cuestión, de otra manera, no podía justificar mi propia actividad.

¿A qué te enfrentaste en tus inicios?

Yo todavía iba a reuniones en donde era la única mujer y algunas personas todavía me decían: “Escribes tan bien que pareces hombre”. No era broma, no era irónico, se supone que era un halago...todavía me tocó.

¿Se ha evolucionado al respecto?

Ha habido transformaciones importantes, lo cual no quiere decir que las editoriales inviertan lo mismo en escritoras que en escritores o que en catálogos grandes se ve ese tipo de atención de manera igualitaria. Es decir, hay mucho trabajo por hacer, pero creo que sería injusto no reconocer las transformaciones que sí se han llevado a cabo.

Tenemos una presidenta

Una paridad de género en los cuerpos más importantes del país, a nivel legislativo son avances que tenemos que reconocer y que son resultados, me parece, de la fuerza que ha tenido el movimiento feminista en México, quien ha puesto estos puntos en la agenda pública y que los ha vuelto, como dije antes, ineludibles.

¿Pasaron los tiempos de las élites culturales que callaban a las mujeres?

No se quieren morir del todo, están coleteando todavía, pero ya no son tan significativas como antes.

¿Vienes de alguna élite?

Digamos que no vengo de esas rancias élites de la capital del país, ni nada por el estilo y por eso me da más gusto tener este contacto y este diálogo abierto y muy constante con lectores y lectoras. Vengo de una familia de migrantes, de generaciones enteras que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos, en los años treinta; mis abuelos fueron expulsados de Estados Unidos, debido a las políticas antimigrantes del presidente Hoover, entonces muy parecido a lo que hemos visto con Trump y con los otros presidentes demócratas también.

¿Esto te permitió ver el mundo de otra manera?

Creo que la literatura, la escritura en general está conectada siempre a cuestiones de clase, de género, de raza, no creo que la escritura ocurra en un vacío o en una abstracción. Todas esas cosas generan un contexto. Pienso que una tradición de migración, un contexto de nomadismo, un estar muy cerca de las comunidades que usualmente no pasan a la historia y cuyas experiencias no vemos en los libros de historia o en los medios públicos; todo eso, claro, genera un interés por los sectores más desprotegidos de la sociedad, por ejemplo, mujeres y pobres, que son los personajes de Nadie me verá llorar, esencialmente, y un interés en recobrar esas experiencias, en reintroducirlas a nuestro entendimiento general de qué es lo que somos como país, como comunidad también y creo que las cosas van unidas. No me parece gratuito, en todo caso.

Siempre invitas a no callarse y alzar la voz

La escritura puede ser miles de cosas, pero una que a mí me interesa es la imaginación crítica y eventualmente la práctica crítica que puede generar. Como escritora me interesa mucho poner en cuestión las narrativas del poder, las narrativas oficiales. Veo, analizo estructuras, gramáticas, léxicos, todas mis herramientas para precisamente poner en duda las explicaciones que nos hacen creer que esto que estamos viviendo así iba a ser y así va a ser.

¿Crees que vivimos en una realidad imperfecta?

Sí y me gustaría pensar que así no va a ser y quiero entender por qué es. Cómo lo podemos hacer para que sea otra cosa y la literatura tiene que ver con eso. Somos seres sociales, nos construimos a través de narrativas en conexión con otros. No estamos hablando de un asunto, digamos, periférico, estamos hablando del corazón mismo, de cómo nos entendemos, cómo nos hacemos como criaturas sociales e incidir ahí me parece importante. Creo que en ir revisando estas alternativas que han existido a lo largo de la historia y que muchas veces han sido aplastadas y se les ha intentado invisibilizar, a mí me parece que la escritura puede ser ese cincel, esa herramienta que abra un espacio para que esas historias que no fueran puedan seguir existiendo y podamos abrir fisuras de posibilidad en todo lo que hacemos.

Dos libros de la escritora circularon con éxito: El invencible verano de Liliana, donde relata el feminicidio de su hermana que le dio el Premio Pulitzer 2024 y se reeditó Nadie me verá llorar que cumple 25 años de haber sido publicado, donde cuenta la historia de Modesta Burgos, una mujer que fue encerrada un psiquiátrico

Nadie me verá llorar
Nadie me verá llorar

El reclamo de justicia para tu hermana sigue siendo una prioridad

Sin duda. No hay avances. Imagínate si eso pasa con un libro tan leído como El invencible verano de Liliana, me pregunto todo lo que sucede en otros casos donde no existe un libro así, donde no hay éstas entrevistas y ésta atención, realmente ahí tenemos tanto por hacer.

Y en Nadie Me Verá Llorar. ¿Qué van a descubrir de ti?

Mi interés por las mujeres, investigar cuestiones de género. También me interesó mucho cómo se generó un discurso de la psiquiatría, sobre la salud mental, un campo que entonces era bastante estigmatizado y del que, por fortuna, ahora hablamos mucho más. Hay esos intereses por lo periférico, por lo marginal, por la explosión crítica que contienen. Pienso que so ha ido evolucionando, pero permaneciendo en mis libros. El interés por el archivo está ahí también.

¿Con la reedición de Nadie me vera llorar cierras un ciclo?

Pienso que el libro sí inicia un ciclo, toda una serie de preguntas y un aprendizaje en ciertas estrategias que culminan en El invencible verano de Liliana. Creo que sí hay esa imagen del ciclo, pero bueno, si decimos que uno termina, tenemos que estar en pos de algo que inicia y todavía no estoy segura de eso.

Eres una escritora que conecta con los jóvenes

Soy profesora también y tengo una relación muy viva con lectores jóvenes. Una de las cosas que me da gusto es precisamente que los libros se han movido de generación en generación. Espero que ahora la reedición de Nadie me verá llorar encuentre una nueva generación de lectores y espero que se puedan apropiar del libro y que pueda ser parte de sus vidas.

Al final, Cristina Rivera Garza aceptó caminar por las calles para hacer algunas fotos, dice que le gustaría vivir más en la ciudad de México, habla de sus tres super poderes: leer en cualquier lado, dormir en los aviones y administrar su tiempo, mientras sonríe y posa para MILENIO.

RECUADRO

2024, el año de Rivera Garza“Ha sido un buen año, no me puedo quejar. Hace unos días estuve en Guadalajara, en Zapopan, donde se hizo un evento multitudinario con estudiantes de preparatoria que leyeron y analizaron El invencible verano de Liliana, y con sus profesores organizaron una especie de marcha, performance. En fin, digamos que el ver a los libros ahí afuera que están impactando, afectando la vida de sus lectores a esos niveles siempre es un gran motivo de satisfacción, que se estén leyendo, comentando y que formen parte de la vida de las personas, es un gran privilegio”, dijo la escritora.

​DAG

Google news logo
Síguenos en
Vicente Gutiérrez
  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.